Las comparaciones son odiosas, se dice. Pero en el mundo del marketing y los negocios, necesitamos tenerlas en cuenta.
Algunos, con términos técnicos que debemos empezar a conocer, llaman a esto "usar el benchmarking a su favor".
Es bueno confiar en el propio instinto pero es mejor confirmarlo con una buena dosis de realidad. ¿Cómo? Aprendiendo de la experiencia de los demás.
En nuestro caso, seguramente hemos conocido a personas que se han dedicado o se dedican a hacer accesorios, sea por hobby o como ocupación profesional.
Aprender de la experiencia de los demás: esta es la esencia del benchmarking, una herramienta de ventas que está basada en la recolección sistematizada de datos sobre prácticas competitivas.
Lo más importante es compararse u obtener lo mejor de la verdadera competencia y de aquellas empresas o emprendedores, empresarioso personajes, que se admiren por su actuar. Aunque sean cercanos, y no necesariamente empresarios consagrados, sino simplemente penonas que hayan tenido un éxito a la medida de sus expectativas en sus emprendimientos.
Esta comparación debe servirnos, no para deprimirlos si al otro le va bien, o para ver nuestras limitaciones con una lupa, sino para:
• extraer experiencias positivas de los otros.
• ver en qué se parece su experiencia a la nuestra.
• aprender de sus errores y virtudes.
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